Cada 17 de agosto, sin excepción, conmemoramos un nuevo aniversario del fallecimiento del más querido de nuestros próceres: el Gral. José Francisco de San Martín.

Su muerte tuvo lugar en 1850, en un pueblo francés conocido como Boulogne Sur Mer, escenario que San Martín había elegido para descansar y meditar sobre la conflictiva realidad política argentina.

Pero ese 17 de agosto sólo fue el principio para el Libertador de América. Lo que nunca imaginó, es que desde entonces se construirían decenas de monumentos en su nombre. ¡Sí, más de cien en todo el mundo! A caballo o a pie, desenvainando la espada o enarbolando la bandera argentina, hay bronces para todos los gustos.

Se trata del prócer argentino más admirado en el extranjero. Y no sólo en Chile y Perú, que deben su independencia a sus históricas cruzadas, sino en países de todo el globo: estatuas y bustos en su nombre se pueden encontrar desde Brasil, Ecuador, España o Canadá hasta Estados Unidos, Colombia, Bélgica, Armenia, Alemania y Austria.

Sin duda, lo que podríamos llamar, un prócer a nivel mundial.