La Organización de las Naciones Unidas considera al 10 de noviembre,  en su carácter como Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, como una las jornadas más relevantes del calendario anual por su incidencia en la vida de las personas de todo el planeta.

La importancia del rol de la ciencia y los científicos en la conformación de sociedades sostenibles y la necesidad de informar a los ciudadanos y de comprometerlos con la ciencia son los principales motivos de la celebración de este Día Mundial. Asimismo, se trata de una oportunidad para mostrar al público en general la importancia de la ciencia en su vida y para inducirlo a participar en debates sobre el tema.

“Este Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo se observa dos meses después del acuerdo en torno a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Esta nueva agenda plasma una nueva visión de la humanidad, el planeta y la paz para los próximos 15 años y la ciencia ocupa en ella un lugar central, como fuerza de transformación positiva y multiplicadora del desarrollo”, declaraba Irina Bokova, Directora General de la Unesco en 2015.

En ese sentido, la Unesco puntualiza que el esfuerzo está centrado en “para lograr que los países puedan encontrar sus propias soluciones a sus problemas específicos, es indispensable desarrollar la educación y la capacidad de investigación en el ámbito de las ciencias”. Bajo ese marco, ofrece proyectos de orientación a los estados integrantes para definir o revisar sus políticas de ciencia, tecnología e innovación y dotarse de mayor capacidad en materia de educación e investigación científicas. “Las capacidades de ingeniería son un factor esencial para obtener los productos y servicios que necesitamos, especialmente en África, donde hay una escasez extrema de ingenieros”, refuerzan.