De real a fantástico
Lengua y Literatura | 25 abril, 2016La literatura fantástica es un género interesante para trabajar con los estudiantes, introduciendo sus características y diferencias con otros géneros como el maravilloso y el realismo.
Nivel educativo: Primario N3 (6° a 7° grado)
Objetivos:
Que los estudiantes:
- Reconozcan las características de los géneros realista y fantástico.
- Puedan diferenciar ambos géneros.
- Puedan escribir textos que pertenezcan a un género y otro.
Visión
Si bien los temas de los relatos fantásticos son muy variados, algunos ya son clásicos. Aquí te presentamos algunos:
- Un ser humano sufre una mutación, una metamorfosis, es decir, que cambia su naturaleza y se convierte en otro ser o en un objeto. Uno de los casos más famosos es el de Gregorio Samsa, protagonista de La Metamorfosis de Kafka, que se despierta transformado en un bicho gigante.
- Hay cambios en el tiempo, “viajes” al futuro o al pasado. El tiempo se detiene para todos menos para un personaje, o se acelera, o se divide en un mundo paralelo.
- El sueño y la realidad se relacionan de modos inexplicables. Puede suceder que varios personajes sueñen lo mismo, o que uno de ellos haya visto en sueños lo que sucederá, también cuando no es posible distinguir entre el personaje que “vive” y el que sueña en el relato.
Sugerencia de actividades para el aula
Presentar la siguiente actividad a los estudiantes:
A continuación te presentamos el comienzo de un cuento realista. Te desafiamos a que lo transformes, continuándolo y terminándolo en un cuento fantástico. ¡Animate!
“En una choza, Juana, la mujer del pescador, se halla sentada junto a la ventana, remendando una vela vieja. Afuera aúlla el viento y las olas rugen, rompiéndose en la costa… La noche es fría y oscura, y el mar está tempestuoso; pero en la choza de los pescadores el ambiente es templado y acogedor. El suelo de tierra apisonada está cuidadosamente barrido; la estufa sigue encendida todavía; y los cacharros relucen, en el vasar. En la cama, tras de una cortina blanca, duermen cinco niños, arrullados por el bramido del mar agitado. El marido de Juana ha salido por la mañana, en su barca; y no ha vuelto todavía. La mujer oye el rugido de las olas y el aullar del viento, y tiene miedo.
Con un ronco sonido, el viejo reloj de madera ha dado las diez, las once… Juana se sume en reflexiones. Su marido no se preocupa de sí mismo, sale a pescar con frío y tempestad. Ella trabaja desde la mañana a la noche. ¿Y cuál es el resultado?, apenas les llega para comer.”