¿Qué significa inventar?

El doble sentido que, al menos desde el punto de vista etimológico, tiene el verbo inventar puede ponernos sobre una pista útil para entender la capacidad de invención en el terreno de la tecnología. Inventar es, en un primer sentido, descubrir algo nuevo, poner en el mundo algo que no había en él; pero inventar es también encontrar, es decir, caer en la cuenta de que hay algo que no habíamos visto, algo con lo que no se contaba. Todo invento es una mezcla de esas dos dimensiones: es un arreglo de la realidad para producir algo nuevo, algo que no había, pero es también haber encontrado en la complejidad de la realidad una esquina inédita en la que apoyarnos. Si esta doble dimensión de la invención es cierta lo es aún más en la tecnología porque en una buena mayoría de casos la tecnología es desarrollo de lo que ya tenemos, es una invención sobre lo ya inventado en la que, por supuesto, aparecen de cuando en cuando cosas realmente inesperadas y nuevas.

Desde los orígenes de nuestra historia se encuentran registros de objetos que fueron inventados, muchos años antes de Cristo, algunos en Egipto, como la balanza, el calendario y algunas herramientas como la palanca diseñada por Arquímides para levantar cuerpos con menor esfuerzo, hasta 5000 años A.C., por ejemplo, las balanzas que eran usadas en Egipto.

Consta también el uso, 1500 AC del más antiguo de los calendarios.

Hacia el año 1581, fue Galileo el inventor del péndulo quien comienza a estudiar las leyes que rigen sus movimientos,  en 1593 inventa el termómetro de agua, y en 1609 el telescopio.

Otro grande de los inventores fue Blas Pascal, quien inventó la primera máquina de sumar, allá a lo lejos, en el año 1642.

En el año 1709, se produce un gran invento que permanece en nuestros días: el piano, creado por B. Cristófori.

También en 1710 de inventan los primeros termómetros de alcohol y de mercurio, en manos de Daniel Farenheit, con escala graduada.

En 1740 el francés Leblon inventa un sistema de impresión en colores, mediante el uso de láminas de cobre grabadas, una por color.

En 1769, es construido el primer automóvil a vapor, un adelanto tecnológico para la época, construido por el francés N. Cugnot.

Ya en 1800, comienzan a profundizarse los estudios de inventos referidos a la electricidad. En 1831 el físico químico inglés Miguel Faraday inventa el dínamo eléctrico y realiza varios estudios e inventos en este campo, tras haberse descubierto el principio de la termoelectricidad. En 1842, el suizo Hipp inventa el primer reloj eléctrico. Y hacia finales de siglo, en 1889, los hermanos Otis y Cía, inventan el primer ascensor eléctrico.

Llegando a 1900, R. Diesel proyecta y una firma alemana construye el primer motor diesel, que lleva su nombre. Otros inventos de 1900 son la máquina de hacer botellas, el tractor, la turbina de reacción para aviones y la calculadora eléctrica…