Día de la Cultura Nacional: Ricardo Rojas en Ushuaia
Lengua y Literatura | 26 julio, 2019Sus ideales democráticos y liberales le suscitaron a Ricardo Rojas una fuerte enemistad con varios dirigentes políticos y militares de rango de su época, lo que derivó en su persecución, arresto y exilio.
Durante su confinamiento, Rojas fue trasladado a los alrededores de una unidad de máxima seguridad dispuesta en Ushuaia, Tierra del Fuego, actualmente cerrada, pero conocida por entonces como la Cárcel del fin del mundo. Aunque no formó parte de la población del penal, sino que vivió en una pequeña casa de madera, donde se erigió la Biblioteca Popular Sarmiento, el escritor debía acercarse diariamente para acreditar que no había abandonado el archipiélago.
Luego del golpe al gobierno de Hipólito Yrigoyen, en 1930, Rojas fue desterrado en 1934 a los confines patagónicas. Desde las escarpadas laderas escribiría sobre la provincia que lo albergaba: «Hay un gran dolor en aquella comarca argentina: el exterminio del indio, el régimen del presidio, el despilfarro de las tierras fiscales, el aislamiento geográfico, la esterilidad económica, la incuria oficial, la falta de estímulos de cultura y, como consecuencia de todo ello, la despoblación, la pobreza, la injusticia, la explotación internacional, la ausencia de la ciudadanía».
La prisión de Ushuaia fue clausurada definitivamente en 1947 por las condiciones infrahumanas que padecían sus los reclusos y hoy se conserva como un museo. Sobre esa temporada en el frío infierno, Rojas apuntó: «Semejante régimen de vida no puede sino bestializar a quienes lo sufren, sin provecho para la sociedad cuando están recluidos y con peligro para ella cuando salen en libertad».