Antes de la Imprenta de Gutenberg, que daría lugar a la producción progresiva y en serie de libros, ya existían algunos textos estampados circulando a lo largo del mundo. El El sutra del diamante el más antiguo y trascendente de entre los que se conocen.

El libro fue publicado hace más de 1.145 años y durante siglos permaneció oculto en una de las cuevas de Mogao, en China, hasta que lo descubrió en 1907 el arqueólogo Aurel Stein.

El término Sutra proviene del sánscrito, la antigua y sagrada lengua de la India, que es de origen indoeuropeo, y dimensiona a un texto que recoge las palabras de Buda. Sus discípulos aprendían de memoria estos discursos y los transmitían de generación en generación. Al final de El sutra del diamante, Subhuti, un discípulo de Buda, le pregunta a éste cómo debería titularse el sermón, a lo que Buda le responde que deberá ser conocido como El Diamante Cortador de Sabiduría Trascendental porque «la enseñanza es fuerte y afilada como un diamante que corta a través de los malos enjuiciamientos y la ilusión».

El texto original fue traducido al chino, alrededor del año 400, por un monje erudito indio llamado Kumarajiva. La copia china que se conserva –la hallada por Stein- consiste en un pergamino de unos cinco metros de largo, desenterrado junto a 40.000 libros y manuscritos. La Biblioteca Británica (British Library) conserva la copia y su versión digital se puede consultar a través de Internet.