La religión de los aztecas se basaba fundamentalmente en un culto agrario con ritos destinados a producir las lluvias y favorecer los cultivos. Adoraban una importante cantidad de dioses entre los cuales se encontraba Quetzalcoalt o serpiente emplumada (dios del viento y del aire). Entre los principales ritos que practicaban se destacaron los sacrificios humanos como ofrenda a los dioses.

En el Perú, el Inca era el jefe religioso y todos los rituales y ceremonias tenían como fin favorecer las cosechas. Viracocha fue el dios más importante, dios creador y héroe, era adorado junto al Dios Sol.