En este día podemos pensar en la relación que tiene la biodiversidad con el agua y todos los recursos naturales. La hidrósfera está en constante relación con la litósfera, la atmósfera y la biósfera, resultando indispensable para la existencia de vida en la Tierra, y su presencia determina la conformación de los diferentes ecosistemas. Por lo tanto, la biodiversidad está estrechamente ligada con la disponibilidad de agua, ya que esta determina qué especies pueden sobrevivir en ciertos climas, tipos de suelo, etc.

Algunas especies animales y vegetales tienen gran capacidad de adaptación ante la escasez o sobreabundancia del recurso. Por ejemplo, los cactus pueden acumular agua en su interior, mientras que las plantas que crecen en climas muy húmedos tienen hojas anchas, que permiten una mayor transpiración y evaporación del agua que absorben. Con respecto a la fauna, los camellos, por ejemplo, tienen la capacidad sobrevivir hasta 10 días sin beber agua, y, cuando hay, ¡pueden llegar a consumir hasta 106 Litros de agua en una sentada!