La Tierra es un sistema complejo, que funciona como un gran reloj, donde cada uno de los engranajes se vincula con los demás, en perfecto equilibrio y sincronía.

Los sistemas que forman parte de nuestro planeta son:

• La hidrósfera: está compuesta por aguas oceánicas y continentales.
• La litósfera: son las superficies rocosas de nuestro planeta.
• La atmósfera: es la capa de gases que rodea a nuestro planeta.
• La biósfera: es el conjunto de seres vivos que habita la Tierra.

La hidrósfera se desplaza sobre la litósfera, y la modifica por la acción erosiva del agua. Favorece, además, el intercambio de gases en la atmósfera. Y, finalmente, es un alimento esencial para los seres vivos.

La litósfera y la hidrósfera son los medios donde se desarrolla la vida: la biósfera depende de ellas.

La atmósfera protege a la Tierra de los rayos solares, regulando la temperatura, y permite la circulación del agua como parte del ciclo hidrológico. De esta forma, permite la supervivencia de los seres vivos, y hace de la Tierra un lugar habitable.

La biósfera necesita de todos los otros sistemas, pero también los favorece: las plantas consumen CO₂ y aportan oxígeno a la atmósfera, y protegen al suelo de la litósfera de la erosión. Algunos animales y plantas ayudan a depurar y evitar la contaminación de las aguas.