Día Mundial de la Higiene: Las bacterias
Biología, Salud y Prevención | 31 agosto, 2019En el Día de la Higiene, te invitamos a zambullirte en el mundo de las bacterias. ¡Sumate a la promoción de hábitos de higiene saludables, para la prevención de enfermedades!
Nuestro organismo se encuentra expuesto a una serie de microorganismos patógenos, que buscan prosperar en el cuerpo humano: virus, bacterias, hongos y protistas, intentan instalarse en nosotros produciendo daño e incluso la muerte. Los invasores intentan alcanzar los tejidos y multiplicarse, luego se manifiesta la enfermedad. En algunas ocasiones el microorganismo produce toxinas: sustancias químicas que provocan directamente el daño.
Las bacterias microbios unicelulares, es decir seres vivos formados por una sola célula, del tipo procariota, sin núcleo, ni cloroplastos, ni mitocondrias, de reproducción asexual y con una pared celular que puede estar acompañada de capas de material viscoso, que los protege y que muchas veces les permite pasar inadvertidas para el sistema inmunitario, así como también le facilita adherirse a diferentes lugares. Pueden poseer también flagelos que les permiten desplazarse en medios líquidos, y así dispersarse o moverse hacia diferente lugares, por ejemplo buscando nutrimentos.
Se las clasifica según su forma en: Cocos (forma esférica), Bacilos (forma alargada semejante a un bastón), Espirilos (forma helicoidal o espiralada), Vibrones (forma similar a un bastón corto y encorvado).
Algunas bacterias tienen la capacidad de formar estructuras protectoras llamadas endosporas y permanecer así latentes hasta encontrar condiciones favorables. Durante ese tiempo cesan su actividad metabólica y pueden permanecer en esa condición durante tiempos prolongados. El ántrax, es una bacteria con esa capacidad y por eso es utilizada como arma biológica.
Las bacterias se reproducen asexualmente por fisión binaria, produciendo copias genéticamente idénticas a la célula original. En condiciones favorables una célula puede dividirse cada 20 minutos. Esa elevada tasa de reproducción permite invadir los organismos con una velocidad asombrosa. También ese gran número de descendientes facilita la aparición de mutaciones y de nuevos tipos de bacterias.
Algunas bacterias pueden transferir material genético de una bacteria a otra, formando así nuevas combinaciones genéticas y nuevos tipos de bacterias.
El mundo que habitan las bacterias incluye todo tipo de hábitats, desde lugares con temperaturas hasta 110º C hasta en los hielos de los mares antárticos.
Es importante señalar que las bacterias realizan muchas funciones que son vitales para otros seres vivos. La fabricación del queso, del yogur, el funcionamiento de nuestros intestinos, la fijación del nitrógeno por parte de las plantas, etc., depende de la acción de ciertos tipos de bacterias.
Otro grupo de bacterias, están esperando para afectar nuestra salud (bacterias patógenas), produciendo toxinas que suelen enfermarnos. La peste bubónica (yersinia pestis), el tétano (clostridium tetani), la tuberculosis (bacilo de Koch), o el estreptococo que produce la “enfermedad devoradora de carne” (fascitis necrosante), son ejemplos de bacterias dañinas a la salud humana.
La mayoría de las bacterias patógenas pueden ser combatidas mediante antibióticos, aunque muchas adquieren resistencia a los mismos.