Día Mundial de la Higiene: Los virus
Biología, Salud y Prevención | 31 agosto, 2019Nuestro organismo se encuentra expuesto a una serie de microorganismos patógenos, que buscan prosperar en el cuerpo humano: virus, bacterias, hongos y protistas, intentan instalarse en nosotros produciendo daño e incluso la muerte. Los invasores intentan alcanzar los tejidos y multiplicarse, luego se manifiesta la enfermedad. En algunas ocasiones el microorganismo produce toxinas: sustancias químicas que provocan directamente el daño.
Los virus carecen de membranas propias, de ribosomas sobre los cuales elaborar proteínas, de citoplasma y de fuentes de energía. No tienen capacidad de movimiento propio. Ni crecen por si solos. La simplicidad de los virus hace imposible considerarlos como células y, de hecho, hay que en el limite entre lo vivo y lo no vivo.
Los virus están formados por dos partes principales: una molécula de material hereditario, que puede ser de ADN ó ARN y una capa de proteína que envuelve dicha molécula.
Los virus son incapaces de crecer o reproducirse por si solos, pues carecen de la organización celular que les permita realizar dichas actividades. Pero su cubierta proteica protectora, está especializada para permitir que el virus pueda invadir las células de un huésped específico. Cuando un virus ingresa en un organismo o célula hospedadora, utilizan los sistemas de ella para producir nuevos virus, es decir obliga a la célula a que lo replique utilizando las materias primas de la célula invadida. Por eso se considera a los virus parásitos obligados: no pueden multiplicarse fuera de la célula hospedadora. La tarea termina cuando los nuevos virus, junto con sus cubiertas proteínicas escapan de la célula hospedadora, a la que generalmente han destruido.
Cada tipo de virus está especializado en atacar a células específicas del huésped. Los virus de la viruela afectan a las células de la piel, los del virus de la gripe a las células del tracto respiratorio, el virus del HIV (Sida) infecta cierto tipo de leucocitos, etc.
Los antibióticos que son tan eficaces en la lucha contra las bacterias, resultan inútiles contra los virus, ya que son agentes infecciosos intracelulares que se “esconden” dentro de las células. Desde el punto de vista farmacológico, existen los antivirales, de acción limitada ya que generalmente pronto adquieren resistencia a los fármacos.