El contexto mundial repercute en el Río de la Plata
Historia | 20 abril, 2016Durante la segunda mitad del siglo XVIII, se desarrollaron una serie de revoluciones que tuvieron un fuerte impacto en la vida de las colonias. La Revolución Norteamericana, la Revolución Francesa y la Revolución Industrial Inglesa sentaron las bases de los grandes cambios políticos y económicos que viviría el mundo en el siglo siguiente. La Ilustración supuso un cambio de mentalidad en cuanto a la condición de los individuos. A partir de la noción de que todos los hombres están dotados de razón, se comenzó a cuestionar el sistema social y político que dominaba a Europa desde hacía varios siglos. El fin del Antiguo Régimen estuvo ligado a estas nuevas formas de pensamiento. Los grandes pensadores políticos de la época como John Locke, el barón de Montesquieu o Jean Jacques Rousseau criticaron el absolutismo monárquico, poniendo fin a una época y abriendo paso a la república moderna.
La edad contemporánea se inicia entonces bajo la influencia de la Revolución Industrial y la Revolución Francesa que afectaron el sistema económico mundial y la vida política y social de la época.
La vida en Hispanoamérica se vio fuertemente afectada por los influjos de la Revolución Francesa. Los ideales de igualdad y libertad que ingresaron a América a través de diferentes canales colaboraron en la ruptura definitiva del vínculo colonial que nos unía con España.
El surgimiento del poder napoleónico en Francia y en el resto de Europa fue un factor que estuvo íntimamente ligado al derrumbe de la monarquía española. La invasión napoleónica a España y la abdicación de Carlos IV a favor de su hijo Fernando VII fueron pruebas suficientes para comprender cómo el accionar de Napoleón afectaba a la política española. Cuando en 1808 Napoleón desaloja del trono a Fernando VII y corona a José, su hermano, como nuevo monarca; da inicio a la resistencia de los pueblos de España frente al invasor francés. Las ciudades españolas enviaron representantes a la ciudad de Sevilla para conformar una Junta Central y Gubernativa (Junta Central de Sevilla), que unificó los esfuerzos para hacer frente a Napoleón. La Junta gobernó en España hasta enero de 1810.
Entendiendo
Los enfrentamientos entre Francia e Inglaterra llevaron a la conformación de alianzas. En los primeros años del siglo XIX Inglaterra se encontraba aliada a Portugal y Francia a España. Los enfrentamientos entre Inglaterra y Francia por la hegemonía en Europa llevaron a una serie de enfrentamientos armados desarrollándose guerras en Europa que se continuarían hasta la caída de Napoleón. Esta rivalidad afectó seriamente la relación de España y América, ya que luego de la batalla naval de Trafalgar (1805), España perdió una parte importante de su flota lo que le impidió mantener un contacto fluido con América.
La rivalidad entre Inglaterra y Francia fue más lejos aún. Napoleón bloqueó los puertos europeos al comercio inglés perjudicando a la floreciente economía inglesa basada en el comercio de manufacturas. El Bloqueo Continental (1806) fue burlado por Portugal, quien ayudó a Inglaterra a través de sus puertos a seguir comercializando en Europa. Napoleón dio un ultimátum al rey de Portugal para que cerrara sus puertos al comercio inglés; en 1807 se produjo la invasión napoleónica a Portugal, hecho que imponía el paso de las tropas francesas por territorio español y que provocó la renuncia del rey español Carlos IV. Ante la invasión a Portugal, la familia real portuguesa se trasladó a Brasil.
Ante la situación planteada en Europa, Inglaterra decidió invadir a las colonias de los países aliados de Francia. Primero se dio la invasión a Cabo de Buena Esperanza, colonia holandesa del sur de África, y desde allí se planeó la invasión al Río de la Plata que se daría en 1806 y 1807.
Cuando en 1806 los ingleses tomaron Buenos Aires, la ciudad se encontraba indefensa. El Virrey Sobremonte abandonó la ciudad intentando poner a salvo un rico botín producto de la recaudación que finalmente quedó en manos de los ingleses. La reconquista fue organizada por Santiago de Liniers, un oficial de origen francés al servicio de España. Las milicias criollas al mando de Liniers lograron el triunfo sobre los ingleses, aunque al año siguiente (1807) volvió a darse una nueva invasión. Este segundo intento fracasó frente a la acción de las milicias, esta vez al mando de Martín de Álzaga.
Como resultado de las invasiones el virrey Sobremonte fue destituido y en su reemplazo se nombró interinamente a Liniers. Estos acontecimientos pusieron de manifiesto la incapacidad de las autoridades españolas e iniciaron un proceso de cambio en la sociedad, que en gran medida creía que el lazo colonial que los unía con España debía llegar a su fin.
¿Qué fue la asonada de 1809?
Conocida en Buenos Aires la noticia de la invasión de Napoleón a España, el Cabildo se distanció del virrey sobre quien pesaba la sospecha de traición por su origen francés. Liniers recibió secretamente a enviados de José Bonaparte, quien por entonces gobernaba España. La misión tenía como objetivo persuadir a los americanos que aceptaran a José I como rey. Si bien los diplomáticos fueron recibidos, la misión fracasó. Las autoridades americanas juraron fidelidad a la Junta Central de Sevilla.
En 1808 en Montevideo se había organizado una junta que desconoció a Liniers como virrey y en Buenos Aires pronto estalló una sublevación encabezada por Martín de Álzaga a cargo del Cabildo porteño. El intento de revolución en Buenos Aires fue sofocado por las milicias que apoyaron al virrey. Saavedra, jefe de las milicias, consideró que aún no era el momento oportuno para producir cambios en el gobierno. Conocido el movimiento ocurrido en Buenos Aires, la Junta Central decidió reemplazar a Liniers por Baltasar Hidalgo de Cisneros, disolviéndose de esa forma la Junta constituida en Montevideo.