La biotecnología se fundamenta en la biología, que es el estudio de la vida. La unidad básica de vida es la célula. Los biólogos estudian la estructura y las funciones de las células, es decir lo que hacen las células y la manera en que lo hacen. La biotecnología entonces se refiere al empleo de organismos vivos para la obtención de un bien o servicio útil para el hombre.

Los científicos actualmente comprenden en detalle cómo ocurren estos procesos biológicos y han desarrollado nuevas técnicas para lograr una amplia variedad de productos.

El término «biotecnología» es relativamente nuevo. Pero la biotecnología está presente en la vida cotidiana más de lo que nos imaginamos. De hecho, es una actividad antigua que comenzó hace miles de años. Cuando el hombre descubrió que al fermentar las uvas se obtenía un producto como el vino, hizo biotecnología. Lo mismo que cuando fabricó cerveza a partir de la fermentación de cereales hace 4.000 años. En estos procesos intervienen microorganismos que transforman componentes del jugo de frutas o de cereales en alcohol.

Otros ejemplos son la fabricación de pan mediante el uso de levaduras, o la elaboración de quesos mediante el agregado de bacterias. El yogurt también es un producto que se obtiene por procesos biotecnológicos desde la antigüedad.

Aunque en ese entonces los hombres no entendían cómo ocurrían estos procesos, ni conocían la existencia de microorganismos, podían utilizarlos para su beneficio. Estas aplicaciones constituyen lo que se conoce como biotecnología tradicional y se basa en la obtención y utilización de los productos del metabolismo de ciertos microorganismos.