Alumnos de una escuela agraria competirán por el «Premio Nobel del Agua»
Biología, Ecología, Química, Salud y Prevención, Intéres General | 11 agosto, 2017Estudiantes de una escuela agraria de la localidad bonaerense de Las Toscas competirán por el “Premio Nobel del Agua”, a través de un proyecto de creación de pastillas a partir de la cáscara de huevo para limpiar el agua de arsénico
La primera vez que la profesora Laura Hernández dictó su clase de química en la Escuela Agraria de Las Toscas, en el partido de Lincoln, nunca se imaginó que tres años después dos de sus alumnos de 6° año serían premiados con un viaje a Suecia para competir por el «Premio Nobel del Agua» en representación de la Argentina.
Sucedió que con el proyecto «Absorción física de arsénico con cáscara de huevo», que había impulsado Hernández, sus alumnos resultaron ganadores entre 200 proyectos presentados en distintas escuelas de todo el país en una iniciativa patrocinada por la Asociación Argentina de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente (Aidis).
Por eso, Nadia Molteni, de 17 años, y Nazareno Rodríguez, de 20, ahora viajarán el viernes 25 del actual a Estocolmo, Suecia, para competir en el Premio Nobel del Agua contra otros estudiantes de 33 países. «Fueron elegidos entre 100.000 chicos y representarán a la Argentina. En América Latina, además del nuestro, sólo fueron seleccionados proyectos de estudiantes de Brasil, Chile y México», dijo Hernández.
El proyecto que presentaron los alumnos de la Escuela Agraria de Las Toscas consiste en la creación de pastillas a partir de la cáscara de huevo, que sirven para limpiar el agua de arsénico. El proyecto será presentado en inglés en el International Stockolm Junior Water Prize, instituido por la Fundación Estocolmo del Agua, que cuenta con el patrocinio de la Princesa Victoria de Suecia.
El propósito de este premio es captar la atención de la gente joven para desarrollar su interés en la conservación, protección y administración del recurso agua a través de la generación de proyectos en los campos tecnológicos, científicos, de comunicación.
«Hace varios meses que nos venimos preparando para poder brindar la exposición. Todo se hace en inglés y no podemos tener ayuda de un traductor. Así que dos veces por semana viajamos a Lincoln para tomar clases de inglés técnico con una profesora», contó Nadia. Los chicos tienen que recorrer, los martes y viernes, unos 90 kilómetros de caminos de tierra desde Las Toscas hasta Lincoln para tomar sus clases. Y es que el pueblo donde está situada la Escuela Agraria es un poblado donde viven unas 400 personas.