Reconozcamos el lenguaje del cuerpo
Biología | 13 abril, 2016¿Cómo son tus campos receptivos?
En parejas, realicen este experimento. Uno deberá seguir estas instrucciones:
Pedile que cierre los ojos y te muestre las palmas de sus manos. Tomá 2 lápices y con ellos hacé presión en la yema de uno de sus dedos (tenés que levantarlos y apoyarlos al mismo tiempo para que el experimento salga bien).
Preguntale al voluntario cuántos “pinchazos” sintió. Ahora probá hacer lo mismo pero con un lápiz solamente. Repetí la experiencia un par de veces más alternando el tipo de pinchazo (simple o doble). En teoría, el voluntario no debería tener muchas respuestas incorrectas.
Una vez que hayan terminado con la mano, pedile que se dé vuelta y repetí todo el experimento pero pinchando sobre la espalda. Mantené la misma distancia entre los pinchazos tal como lo hiciste con la mano. ¿Y ahora? ¿Cuántas respuestas incorrectas hay?
Cambien de roles y experimentalo vos también.
En la espalda hay menor número de receptores y cada uno de ellos tiene grandes extensiones de piel para “monitorear”. Por eso, la capacidad de discriminar pequeñas distancias o diferencias en los estímulos es muchísimo menor. Es probable que el número de respuestas incorrectas en este caso sea mayor ya que la sensibilidad en la espalda es marcadamente menor que en la yema de los dedos, que por el contrario tiene muchísimos receptores.