El tiempo que tarda un alimento en comenzar a degradarse determina su perecebilidad, el tiempo en que caduca. Los alimentos perecederos son aquellos que se echan a perder más rápidamente por acción simple de la temperatura y humedad. Los alimentos no perecederos se conservan por un tiempo más prolongado.

Ejemplos de los primeros son los derivados de los animales y los vegetales, y deben conservarse en la heladera, preferentemente en la parte inferior y lejos de la puerta, ya que allí es donde se producen los cambios de temperatura que podrían afectar su conservación.

Los alimentos no perecederos, generalmente presentan en su envoltorio o envase, la fecha de elaboración o de vencimiento. Es muy importante tener presente esta información para no consumir alimentos en mal estado. Son las harinas, pastas y azúcar.

Seguramente habrás escuchado que, cuando suceden catástrofes, al organizar la ayuda para las personas se solicitan alimentos no perecederos… ¿ya descubriste por qué?